lunes, 8 de marzo de 2010

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.

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Queridas amistades:
Les hago llegar mis saludos y mis parabienes.

Hoy por la mañana, tomando mi mundano desayuno y viendo un programete de televisión, escuche a la conductora de dicho espacio repetir el sambenito de todas las personas desinformadas, que no saben ni donde están paradas.
Dicha conductora exclamaba, a raíz de un discutible recuento de las mujeres que más habían destacado en su país, que ella no era “ni machista ni feminista”, pero que consideraba que las mujeres eran tan valiosas como los varones.
La susodicha no caía en cuenta, que sus palabras invitaban a suponer, que los machistas y las feministas no consideraban que mujeres y varones fueran igualmente valiosos.


Esta visión de las feministas, como mujeres que aspiran a oponerse a los varones o peor, que aspiran a imponerse a los varones, como un revanchismo frente al machismo, no tiene ningún asidero fáctico y, más bien, es una imagen creada por los machistas para desacreditar a las feministas.
Como alguna vez sostuvo un fallecido amigo de mi universidad, ser feminista no supone creer en la superioridad de la mujer, eso, sin lugar a dudas, seria hembrismo. Contrariamente, el feminismo parte de reconocer que en nuestras sociedades, existe una profunda desigualdad social, económica, cultural y simbólica entre el varón y la mujer. Debido a ello, el feminismo propugna una lucha en pos de acabar con tales desigualdades e igualar social, económica, cultural y simbólicamente a mujeres y varones.
Si hablo de lucha es por que de eso se trata. Es una lucha que supone enfrentarse a la estupidez, a la ignorancia, al prejuicio, a las fobias, a los odios, de quienes han vivido cotidianamente sumidos en esas desigualdades y que, por tanto, las asumen con “naturales” y “normales”. Es una lucha por que hay que enfrentarse, a quienes, alienados por la omnipresencia de aquellas desigualdades, creen que el cambio es contrario y perjudicial para la sociedad.
Sin embargo, las y los feministas no buscan nada distinto a lo que el derecho internacional consagra como derechos humanos y ciudadanos. Las y los feministas no buscan nada que los propios estados democrático liberales, no contemplen en sus ordenamientos jurídico legales. Las y los feministas solo aspiran, legítimamente, a la igualdad proclamada por la formalidad del sistema en el que vivimos.
Entonces, fue el machismo el que tergiversó y estigmatizó esta lucha feminista, protagonizada principal y mayormente por mujeres. Fueron las mujeres y los varones machistas los que pervirtieron y satanizaron la lucha feminista, convirtiéndola en revancha y vendetta.
Semejante tergiversación y estigmatización surge a causa, de que para luchar contra el machismo, es necesario que las personas (tanto las mujeres como los varones) se concienticen, se empoderen y se enfrenten, a todas aquellas personas que por estupidez, ignorancia, prejuicio, fobia u odio se aferraran al statu quo.


Esta lucha, iniciada por las mujeres, tiene en cada 8 de marzo, una fecha de conmemoración, en la que se recuerda la inmolación de 146 trabajadoras, muertas, asesinadas, por luchar por sus derechos.
Más esta lucha de las mujeres, esta lucha de las y los feministas, no solo se limita a cada 8 de marzo. Es una lucha constante, permanente, de todos los días, en la que se aspira a que la igualdad, la autonomía y el desarrollo pleno de todas las mujeres, se erijan en principios rectores de la sociedad, insoslayables para todas y todos los seres humanos.
Solo cuando esto se logre, solo cuando las desigualdades entre mujeres y varones queden abolidas, es que se podrá hablar de una sociedad verdaderamente libre y justa.

Se despide su amigo uranista.

Ho.

Imágenes.
1. Mujeres del mundo. Collage fotografico tomado de: cuadernointercultural.com
1. Acto de celebración del Día Internacional de la Mujer en Managua, Nicaragua (1988). Foto tomada de: es.wikipedia.org

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