domingo, 9 de abril de 2017

LOS CRÍMENES PASIONALES NO EXISTEN, LOS DE ODIO SI.

Queridas amistades:

Les saludo y les envió mis parabienes.

La idea del crimen pasional es solo una vulgar justificación más para el asesinato. Ocupa en el imaginario patriarcal y machista el mismo lugar que ocupa la idea del sexo fuerte/sexo débil, que justifica la dominación del varón sobre la mujer. Ocupa el mismo lugar que la noción del espacio público para el varón y el espacio privado para la mujer, noción que justifica la exclusión social de la mujer y su reclusión en la casa familiar. La noción del crimen pasional solo justifica el asesinato, bajo la idea de que la pasión y los celos son, por naturaleza, desbordados, incontrolables. Siendo así, cualquier persona obnubilada por la pasión y lo celos tiene patente de corso para matar y ser comprendido. En esta línea, el asesino apasionado llama a compasión y no a indignación. El crimen pasional es un atenuante y exculpa moralmente al criminal de su salvajismo y barbarie.

La noción de crimen pasional es un instrumento más de la dominación de género. No hay una figura equiparable en la opresión de clase o en la de “raza”. Un rico que mata a un pobre lo hará por desprecio, no por pasión (así sea un jefe matando a su empleado), un “blanco” que mata a un “negro” lo hará por odio, no por pasión (así vivan en el mismo barrio). Pero el asesinato de mujeres héteros, lesbianas y trans y de varones gays y trans, si es cometido por la pareja, es celotípico, es pasional. Allí no hay odio que valga, la persona que comete un asesinato es la pobre víctima de sus pasiones desbordadas e incontrolables. En el absurdo imaginario patriarcal, machista y heterosexista si es tu pareja no te odia. En el absurdo imaginario patriarcal, machista y heterosexista el supuesto amor de pareja borra toda una vida de socialización misógina, homofóbica y transfóbica. En el absurdo imaginario patriarcal, machista y heterosexista “love changes evereything”.


Lamentablemente para las víctimas de esa supuesta pasión, para mujeres héteros, lesbianas y trans y para varones gays y trans, el patriarcado machista y heterosexista justifica sus asesinatos crueles y brutales, romantizándolos. No importa que la persona haya sido molida a golpes, eso es querencia. No importa que la persona haya sido cosida a puñaladas, eso es amor. No importa que a uno lo hayan arrastrado, apuñeteado, pateado, cortado, ahorcado, apaleado, apedreado, quemado, abaleado, eso no es odio, es pasión. Históricamente la pasión ha sido la justificación del patriarcado machista y heterosexista para rebajar penas o liberar a violentadores y asesinos crueles y sanguinarios. Y en pleno siglo XXI, cuando uno esperaría que esta asquerosa visión no tenga cabida, mujeres héteros, lesbianas y trans y varones gays y trans seguimos soportando que los delitos y crímenes cometidos en contra nuestra sigan siendo justificados y naturalizados en nombre de la pasión. A estas alturas, la noción de “crimen pasional” debería ser desterrada, porque para lo único que sirve es para enmascarar, minimizar, justificar y naturalizar un crimen de odio.

Se despide su amigo uranista.

Ho Amat y León.

Imágenes

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