lunes, 9 de marzo de 2009

EN EL NOMBRE DEL AMOR.

Queridxs amigxs:
Aquí estoy escribiéndoles nuevamente y esperando que se encuentren bien.

Aclaremos de arranque que, contrariamente a lo que sugiera el título, no pienso escribir una novelucha folletinesca al estilo Corín Tellado (aunque mi amigo me dice, que a lo mejor me iria mejor que como bloguero).
El título de esta entrada, obedece a que en mi búsqueda por algo interesante para escribirles, solo encontré que, por el mes de febrero, había puras entregas dedicadas al tema del amor. Ello no representaría ningún problema, a no ser por lo reiterativo y monocorde del tratamiento. En general, las entregas iban de lo empalagosamente almibarado a lo alucinadamente enajenado. Franco, franco, ¡que abuso! Parafraseando a Madame Roland: ¡Oh amor!, ¡Cuantos desatinos se cometen en tu nombre!
Me centrare, entonces, en dos de los desatinos más flagrantes, cada cual más clamoroso que el anterior.
Numero 1: ¡Tengo a San Antonio puesto de cabeza, si no me da novia nadie lo endereza!, reza la letra de un viejo tema de Herminio Ricardo Rico y popularizada por Chayanne alla en los 90's. Mas si el pobre San Antonio (fiesta, 13 de junio) fuera puesto de pie, volvería a ponerse de cabeza de la sola impresión. Y es que el tradicional santo patrono de las ennoviadas en Latinoamérica, fue descartado como papel higiénico, por un sajonísimo San Valentín, al que ni siquiera le rezan, los que se babosean en los parques cada 14 de febrero.
Ello es tan solo una pequeña muestra del dudoso y alienado gusto, que tienen la disque “gentita”, por todo aquello que sea “made in yankeelandia” (así no tenga ningún sentido cultural para nosotros).


En ese sentido, además de festejar el día de San Valentín, se encuentra la celebración, al estilo gringo, de la navidad, con el chocante saludito “Merry Christmas”, el horroroso Papa Noel de Coca Cola y la norteamericanísima cena de pascua (que es calco y copia de la cena del día de acción de gracias, con el pavo al horno y el invernal chocolate caliente).
Se celebra también el Halloween, en pleno día de la canción criolla (mientras que los más huachafos celebran el halloween criollo).
A este paso, se espera que en nuestro país se celebre, en cada cuarto jueves del mes de noviembre, el "Thanksgiving Day" (Día de Acción de Gracias), se festeje el cuatro de julio (día de la independencia estadounidense) y que se pida al gobierno de los EE.UU., que nos anexe como un nuevo estado de su unión.
Numero 2: El amor, tal como se le concibe en el mundo occidental (y el occidentalizado), es un invento de la burguesísima ideología romántica, para justificar y legitimar el heterosexismo imperante en la sociedad.
Recuerdo que la primera vez que proferí este postulado, la gente que lo escucho puso tal cara de espanto, que me trajeron a la memoria los rostros de Quico, la Chilindrina y el Chavo, cuando oyeron a la bruja del 71 invocar a Satanás. Claro esta que tratándose de mi, si yo estaba invocando al diablo, debía tratarse de un demonio travesti.

Sin embargo, soy yo el que se siente verdaderamente espantado, cada vez que la gente proclama, sin el menor asomo de crítica, ser completamente romántica hasta los tuétanos.
La razón de mi espanto es muy simple, el romanticismo es a los afectos, lo que el heterosexismo es a lo sexual.
No es gratuito el hecho de que, desde el siglo XIX, el romanticismo fuera expulsado, por pernicioso, de diversas áreas del quehacer social, como la política, la economía, la ciencia, el arte, etc. Y tampoco es casual, que a mayor ignorancia y alienación, mayor romanticismo.
Por ultimo, dejare en claro que si insisto en despotricar, de aquello que el común de los mortales insiste en llamar “amor”, no es por ardido o por despechado, no señorxs, eso se llama erisipela y liposucción, y no es por amor, es por el verano.

Se despide, su amigo uranista.

Ho.

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