martes, 1 de febrero de 2011

ORIGEN HISTÓRICO Y SOCIAL DE LA FAMILIA OCCIDENTAL.


Amistades mías:
Les saludo y les envió mis mejores deseos.

De tiempo en tiempo se escucha hablar a los grupos conservadores (encabezados por las iglesias cristianas) acerca de la defensa de la familia. En dicha defensa se arguye que la familia (lo que el conservadurismo considera como familia), es de origen natural, es decir, que su origen se halla en la naturaleza (en el extremo, las iglesias cristianas le agregan in origen divino). En tal caso, siendo natural (y divina) la familia deviene en intocable e inmutable.


Sin embargo, un simple acercamiento comparativo con otras sociedades y culturas y con otras épocas de la historia, echa por tierra esos endebles postulados, pues el acercamiento a otras sociedades y culturas y a otras épocas de la historia nos lleva a encontrar que los modelos familiares varían sustancialmente y, más aún, varia también aquello que se considera como familia (la noción de familia).
Siendo así, y para salvar puentes ante la mencionada diversidad, se define aquí como familia a una unidad de convivencia humana.
En este marco referencial, se encuentra que lo que en occidente se considera como familia tradicional, es, a todas luces, un modelo social que no tiene parangón en la naturaleza.
Al respecto, mientras el modelo de familia tradicional o hegemónica en occidente es el nuclear, por limitarse sus miembros a un mínimo básico (un padre, una madre, un hijo y/o una hija); en la naturaleza, los animales mamíferos o viven en manadas o viven en solitario (y el tipo nuclear es inexistente).
Históricamente, el modelo predominante de familia, en casi todas las sociedades premodernas y agrarias, ha sido (y aún es) el extenso., es decir, un grupo conformado por varios miembros con diversos grados de parentesco (desde el punto de vista occidental, abuelas y abuelos, tías y tíos, primas y primos, sobrinas y sobrinos, etc.).
Ahora, dentro del modelo familiar extenso se puede considerar varios subtipos, ya que las formas de organización familiar han sido, indudablemente, innumerables.
Así, mientras que en occidente el vínculo parental principal es la relación de alianza (el matrimonio), en otras sociedades y culturas el vínculo principal fue la relación de filiación y, en ciertos casos, la de fraternidad. Y si de casamientos se trata, se encuentran no solo monogamias, sino, también, poligamias, poliandrias, etc. Por su parte, si de filiación se trata, se hayan familias, patrilineales, matrilineales, con ambas líneas de descendencia, etc.
En consecuencia, la generalización de un único modelo familiar, ignora, por completo, que toda familia tiene un origen estrictamente histórico y cultural.
En el caso de la familia nuclear, esta agrupación surge, tal como la conocemos en el presente, a consecuencia de las transformaciones socioculturales acaecidas, en occidente, en los últimos tres siglos (esto en gran medida implica, que si bien en el pasado, especialmente en la época medieval europea, existieron tipos familiares parecidos o similares al nuclear, estos no se correspondían ni con las estructuras sociales, ni con las circunstancias históricas, propias del modelo de familia nuclear occidental).
Es recién a partir de la segunda mitad del siglo XIX, que se asienta, definitivamente, el modelo de familia nuclear que, en el presente, rige, hegemónicamente, en la sociedad occidental (todo esto conlleva, al hecho histórico y cultural de que en una misma sociedad, en una misma cultura, pueden convivir, conjuntamente, distintos modelos de familia, aunque solamente uno de ellos es el que se erige como modelo hegemónico).
Para el siglo XIX, en occidente, se acentúa un trascendente proceso de cambios sociales y económicos (iniciados en Inglaterra, en el siglo XVIII), conocidos como “Revolución Industrial”.
Dichos cambios se caracterizaron, por el desarrollo equilibrado y conjunto de algunas economías occidentales, en sus distintos ramos: el industrial (agricultura, textilería, siderurgia), el comercial y el financiero.
Ello coincidió, en parte, con un incremento demográfico en el occidente europeo, resultado de la reducción de las tasas de mortalidad, del crecimiento de la producción agrícola y ganadera, de la mejora en los niveles de vida y a cierto progreso económico bastante extendido en occidente.
La articulación de este crecimiento económico y humano, se produjo a través de la concentración, paulatina y continua, de la economía, en ciudades que fungieron de grandes centros industriales, comerciales y financieros, los cuales se convirtieron, prontamente, en polos de atracción migratoria para una gran cantidad poblacional, proveniente del campo y de otras ciudades menores (e incluso de otros países).
El notable crecimiento de estos centros económicos (industriales, comerciales y financieros), atrajo a un número cada vez mayor de pobladores, pues migrar a tales lugares, suponía la posibilidad, o la esperanza, de mejorar las previas condiciones de vida.
Más el desarraigo consecuente, rompió con los antiguos y tradicionales vínculos sociales y familiares. Miles y miles de personas, de diversas clases sociales, se encontraron solas, en medio de aquellos grandes centros económicos, lejos de sus familias y sus terruños, teniendo que rehacer, prácticamente de la nada, sus vidas.
Para reorganizar su existencia nueva, en los mencionados centros económicos (industriales, comerciales y financieros), los migrantes recurrieron a aquellos referentes tradicionales, que, en su nueva situación, aún les eran viables (matrimonio, descendencia, etc.), estableciendo, así, vínculos familiares acordes con sus nuevas posibilidades sociales y económicas.


Aquí es que recién el matrimonio, se torna la relación fundacional de la familia, ya que dicho unidad de convivencia se iniciaba tras el matrimonio de dos migrantes desclasados (antes de la revolución industrial, en la Europa feudal, el principal vinculo familiar había sido el de la filiación).
Aparecíó, así, una nueva agrupación familiar, la conformada, únicamente, por un matrimonio y su descendencia inmediata (hijas y/o hijos), la familia nuclear característica de las sociedades industrializadas de occidente.
Se deduce, entonces, que no solo el modelo familiar nuclear, difícilmente puede ser atribuido a otras realidades sociales, económicas e históricas, sino que, además, no es, de ningún modo, natural o divino (como pretenden hacernos creer los grupos conservadores y las iglesias cristianas).

Se despide su amigo uranista.

Ho.

Imágenes.
1. Imagen tomada de: scn.org
2. Imagen tomada de: encantadablog.blogspot.com

4 comentarios:

  1. mmmmmmm yo ocupo un tarea que dice
    investigar el origen historico y social de la familia

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  2. mmm yo tambien busco

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  3. yo tambien la estoy buscando pero solo la origen social

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  4. esa es la que yo estoy buscando

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