Queridas amistades:
Les saludo y les envió mis parabienes.
La
idea del crimen pasional es solo una vulgar justificación más para el asesinato.
Ocupa en el imaginario patriarcal y machista el mismo lugar que ocupa la idea
del sexo fuerte/sexo débil, que justifica la dominación del varón sobre la
mujer. Ocupa el mismo lugar que la noción del espacio público para el varón y
el espacio privado para la mujer, noción que justifica la exclusión social de
la mujer y su reclusión en la casa familiar. La noción del crimen pasional solo
justifica el asesinato, bajo la idea de que la pasión y los celos son, por
naturaleza, desbordados, incontrolables. Siendo así, cualquier persona obnubilada
por la pasión y lo celos tiene patente de corso para matar y ser comprendido. En
esta línea, el asesino apasionado llama a compasión y no a indignación. El
crimen pasional es un atenuante y exculpa moralmente al criminal de su
salvajismo y barbarie.
La
noción de crimen pasional es un instrumento más de la dominación de género. No
hay una figura equiparable en la opresión de clase o en la de “raza”. Un rico
que mata a un pobre lo hará por desprecio, no por pasión (así sea un jefe
matando a su empleado), un “blanco” que mata a un “negro” lo hará por odio, no
por pasión (así vivan en el mismo barrio). Pero el asesinato de mujeres héteros,
lesbianas y trans y de varones gays y trans, si es cometido por la pareja, es celotípico,
es pasional. Allí no hay odio que valga, la persona que comete un asesinato es
la pobre víctima de sus pasiones desbordadas e incontrolables. En el absurdo
imaginario patriarcal, machista y heterosexista si es tu pareja no te odia. En
el absurdo imaginario patriarcal, machista y heterosexista el supuesto amor de
pareja borra toda una vida de socialización misógina, homofóbica y transfóbica.
En el absurdo imaginario patriarcal, machista y heterosexista “love changes
evereything”.
Lamentablemente
para las víctimas de esa supuesta pasión, para mujeres héteros, lesbianas y
trans y para varones gays y trans, el patriarcado machista y heterosexista justifica
sus asesinatos crueles y brutales, romantizándolos. No importa que la persona
haya sido molida a golpes, eso es querencia. No importa que la persona haya
sido cosida a puñaladas, eso es amor. No importa que a uno lo hayan arrastrado,
apuñeteado, pateado, cortado, ahorcado, apaleado, apedreado, quemado, abaleado,
eso no es odio, es pasión. Históricamente la pasión ha sido la justificación
del patriarcado machista y
heterosexista para rebajar penas o liberar a violentadores y asesinos crueles y
sanguinarios. Y en pleno siglo XXI, cuando uno esperaría que esta asquerosa
visión no tenga cabida, mujeres héteros, lesbianas y trans y varones gays y
trans seguimos soportando que los delitos y crímenes cometidos en contra
nuestra sigan siendo justificados y naturalizados en nombre de la pasión. A
estas alturas, la noción de “crimen pasional” debería ser desterrada, porque
para lo único que sirve es para enmascarar, minimizar, justificar y naturalizar
un crimen de odio.
Se despide su amigo uranista.
Ho Amat y León.
Imágenes
1.
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2.
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3.
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